A) Antes de tocar
Para todos los saxofones (soprano, alto, tenor, etc.), el mantenimiento comienza incluso antes de tocar. De hecho, para colocar la boquilla en el tudel con facilidad, primero debes engrasar el corcho del tenón con grasa diseñada para este propósito. A menudo en forma de barra, debes aplicar una capa ligera de grasa en el corcho. Para extender la grasa de manera uniforme, puedes terminar de esparcirla con los dedos.
Una vez aplicada la grasa, simplemente ensambla las diferentes partes del saxofón quitando la tapa protectora e insertando el tudel. Ten cuidado de no apretar demasiado el tornillo; el tenón solo necesita estar sujeto en su lugar, no completamente bloqueado.
A continuación, moja la caña, móntala en la boquilla usando la abrazadera e inserta la boquilla haciendo un movimiento de rotación izquierda-derecha para facilitar el ajuste. No es necesario cubrir completamente el corcho del tudel con la boquilla.
B) Después de tocar
Es absolutamente necesario absorber la humedad residual en el instrumento. De hecho, la saliva en condensación, al secarse, dañará los tampones y perjudicará el buen sellado del instrumento. Además, pueden formarse hongos y desencadenar un "Saxophone Lung", una forma de neumopatía relacionada con el mal mantenimiento del instrumento.
Antes de cualquier manipulación, hay que drenar el instrumento y vaciar toda la saliva residual. Recomendamos el uso de una escobilla lastrada que, al pasar por el instrumento, absorberá toda la humedad restante. Siempre se debe pasar la escobilla desde la campana hacia el tudel para evitar que se bloquee en el tubo.
Para terminar, ¡se puede usar un secador de tampones para finalizar el trabajo!